La farmacia y el futuro del Sistema Nacional de Salud

Es en los momentos difíciles cuando se pone a prueba la capacidad de reacción de las organizaciones. Por eso, no es de extrañar que algún consejero de Sanidad haya dicho que la mayor revelación de éxito de esta pandemia ha sido la farmacia. Hemos tenido que esperar a esta gran crisis para valorar el potencial sanitario, asistencial y social de nuestra red de 22.071 farmacias. Cuando parecía que nada funcionaba, cuando todo estaba cerrado, la farmacia ha estado al lado de la sociedad, cumpliendo su vocación de servicio público y fiel a su lema #LaCruzDeLaFarmaciaNoSeApaga.

Ha quedado demostrado que el modelo español de farmacia comunitaria es, ante todo, una conquista social de los ciudadanos por la que merece la pena luchar y trabajar. Y partir de ese planteamiento, los farmacéuticos hemos presentado a la Comisión de Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados cuatro soluciones concretas para mejorar el futuro del Sistema Nacional de Salud (SNS) y el estado de bienestar.

La primera es reafirmar la farmacia comunitaria como la farmacia de la atención primaria, mediante acciones como el desarrollo de programas de seguimiento, adherencia o conciliación de la medicación; el impulso normativo con las máximas garantías y la participación del farmacéutico de la atención farmacéutica domiciliaria, de la que se han beneficiado más 850.000 pacientes de riesgo durante el estado de alarma; o el mantenimiento y extensión del modelo de colaboración entre los servicios de farmacia hospitalaria y la farmacia comunitaria para facilitar el acceso a la medicación, como ya ha hecho con más de 7.000 pacientes durante la pandemia.

La segunda es incluir a la farmacia en las políticas de salud públicamediante iniciativas como su incorporación al Sistema de Vigilancia Epidemiológica o su integración en las estrategias de vacunación. Se trata de convertir esos polos de información y sensores sanitarios que son las farmacias, por las que cada día pasan 2,3 millones de españoles, en una en una auténtica red de inteligencia sanitaria que permita adelantar la toma de decisiones en materia de salud pública ante situaciones de emergencia, o multiplicar el impacto de las acciones dirigidas tanto al conjunto de la población como a grupos específicos.

La tercera es integrar a la farmacia comunitaria en la transformación digital de la Sanidadpor ejemplo, desarrollar un historial farmacoterapéutico completo, único y compartido, de forma que médicos y farmacéuticos accedan a la información sobre la medicación completa de cada paciente. También hemos propuesto un Plan Nacional para la Seguridad del Paciente en internet que evite la venta ilegal, las falsificaciones y controle la publicidad engañosa de medicamentos, los bulos y la desinformación en internet. Asimismo, hemos pedido participar en la elaboración del Libro Blanco de Transformación Digital del SNS anunciado por el ministro de Sanidad.

La cuarta y última es garantizar la viabilidad de las farmacias por su labor sanitaria, social y de cohesión territorial, en especial las situadas en zonas frágiles, despobladas y deprimidas. Y es que asegurar su viabilidad es garantizar la igualdad y equidad sanitaria de todos los españoles; del mismo modo que integrar a la red de farmacias en los servicios sociales, gracias a su arraigo social y territorial, facilitará llegar a la población más vulnerable y adaptar los programas de atención social a las necesidades de cada pueblo, barrio o ciudad; al igual que contar con la farmacia en los programas de la Agenda 2030, facilitará el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

Estas propuestas demuestran que no hemos ido al Congreso de los Diputados en busca de reconocimiento. Lo hemos hecho con actitud constructiva y con soluciones concretas adaptadas a la realidad. Esperemos, por el bien de todos, que Sus Señorías hayan tomado nota y que esta comisión de reconstrucción no sea, como algunos pronostican, una oportunidad perdida. Porque el Sistema Público de Salud nos necesita a todos. Y su futuro pasa por utilizar más y mejor los recursos disponibles.
Partiendo de esta premisa, no se puede reconstruir el sistema sanitario ni progresar en salud pública sin farmacéuticos, somos un ejército de sanitarios altamente cualificados, y sin farmacias, una red de establecimientos sanitarios sin lista de espera ni cita previa. Queremos y podemos hacer más. Ofrecemos nuestro conocimiento, proximidad y profesionalidad porque formamos parte de la vida de los ciudadanos, y queremos ser parte de las soluciones, desde el convencimiento de que más farmacia es siempre sinónimo de mejor salud.

No se puede reconstruir el sistema sanitario ni avanzar en salud pública sin los farmacéuticos y sin las farmacias. Queremos y podemos hacer más

Estas propuestas demuestran que no hemos acudido al Congreso de los Diputados en busca de reconocimiento. Lo hemos hecho con una actitud constructiva y con soluciones concretas y adaptadas a la realidad. Esperemos, por el bien de todos, que sus Señorías hayan tomado nota y esta comisión de reconstrucción no sea, como algunos vaticinan, una oportunidad perdida. Porque el Sistema Público de Salud nos necesita a todos. Y su futuro pasa por usar más y mejor los recursos disponibles.

Partiendo de esa premisa, no se puede reconstruir el sistema sanitario ni avanzar en salud pública sin los farmacéuticos, que somos un ejército de sanitarios altamente cualificados, y sin las farmacias, una red de establecimientos sanitarios sin lista de espera ni cita previa. Queremos y podemos hacer más. Ofrecemos nuestro conocimiento, cercanía y profesionalidad porque somos parte de la vida de los ciudadanos, y queremos ser parte de las soluciones, desde la convicción de que más farmacia siempre es sinónimo de mejor sanidad.

Jesús Aguilar, president of the General Council of Pharmacists.